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Alta Pavina

Donde la Altura y la Elegancia se encuentran.


En las laderas septentrionales de la Ribera del Duero, en la comunidad autónoma de Castilla y León, se alza una bodega que ha transformado la percepción del vino de altitud en España: “Bodega Alta Pavina”



Situada a más de 900 metros sobre el nivel del mar, esta casa vinícola ha sabido aunar la tradición castellana con la sofisticación varietal borgoñona, siendo pionera en la introducción y desarrollo de la uva Pinot Noir en un entorno dominado por la uva Tempranillo.



Alta Pavina no solo representa un proyecto familiar lleno de pasión y visión de futuro, sino que también es un laboratorio de excelencia enológica, donde cada botella cuenta una historia de esfuerzo, respeto por la tierra y apuesta por la innovación. En este artículo, exploramos la esencia de esta bodega, desde su historia y filosofía hasta sus vinos, maridajes y proyección internacional.



La historia de Alta Pavina comienza en 1985, cuando la familia Ortega decide apostar por un proyecto vitivinícola singular. En lugar de seguir las sendas convencionales del vino en Castilla y León, optan por plantar Pinot Noir, una variedad de origen francés extremadamente delicada, poco cultivada en España en ese momento y prácticamente ausente en la Ribera del Duero. El objetivo era ambicioso, demostrar que la altitud, el clima continental y los suelos pobres podían dar lugar a vinos finos, elegantes y de identidad propia.



Con los años, la bodega se ha consolidado como un referente nacional e internacional, manteniendo su carácter familiar y expandiendo su catálogo sin perder de vista la calidad como eje central. Actualmente, bajo la dirección de Diego Ortega, Alta Pavina representa la evolución natural de un proyecto nacido del amor por el vino, perfeccionado con técnica y guiado por la innovación.


Alta Pavina construye su identidad sobre una serie de valores que se manifiestan en cada parte del proceso vitivinícola como son, Autenticidad, respetar la expresión del terroir y elaborar vinos que hablen de su origen, sin máscaras ni artificios.

Innovación respetuosa. Incorporar tecnologías modernas sin perder la esencia artesanal del vino. Calidad como principio rector. Todos los procesos, desde el viñedo hasta la bodega, se orientan a conseguir la máxima calidad posible. Pasión familiar. Una estructura familiar que cuida cada detalle, con una dedicación plena al proyecto. Sostenibilidad. Un uso racional del agua, viticultura integrada, mínima intervención química y protección de la biodiversidad del entorno. Esta filosofía se materializa en la manera en que se trabajan los suelos, se cuidan las vides, se eligen los momentos de vendimia y se elaboran los vinos, siempre con la premisa de obtener lo mejor del viñedo sin alterar su esencia.



El viñedo de Alta Pavina se ubica entre los 850 y los 920 metros de altitud sobre el nivel del mar, en un microclima particular dentro de la meseta castellana. Estas condiciones extremas, con inviernos rigurosos y veranos cálidos pero con importantes diferencias térmicas entre el día y la noche, son ideales para lograr una maduración lenta y completa de la uva.



Los suelos son pobres en materia orgánica, con presencia de caliza, arcilla y cantos rodados, lo que permite controlar el vigor de las cepas y fomentar una mayor concentración de aromas y sabores. Este entorno es particularmente favorable para la Pinot Noir, pero también ha demostrado ser propicio para otras variedades como la Tempranillo, Merlot, Cabernet Sauvignon y Verdejo.



Aunque la Pinot Noir es la variedad insignia de la bodega, Alta Pavina cultiva diversas uvas, adaptadas con éxito a la altitud y al clima castellano. Pinot Noir, una uva fresca, elegante, floral y muy expresiva, con un perfil mineral y sedoso que encuentra aquí una nueva dimensión. Tempranillo, la reina de la Ribera del Duero, adaptada aquí con un perfil más fino, con gran fruta y buena acidez. Cabernet Sauvignon. Uva utilizada en ensamblajes, aporta estructura, longevidad y notas especiadas. Merlot, suaviza los cortes de tinto con su textura sedosa y fruta madura.

Verdejo, uva blanca, aromática y muy viva, plantada en parcelas bien orientadas y frescas.



El catálogo de Alta Pavina destaca por su coherencia, equilibrio y calidad. Cada etiqueta refleja el trabajo bien hecho en viñedo y bodega:



Alta Pavina Citius


Selección de las mejores parcelas de Pinot Noir. Crianza larga en barricas de roble francés. Aromas complejos: frutas negras, cuero, tabaco, especias. Profundo, estructurado, con un final largo y elegante.



Pavina Rosé


Elaborado con Pinot Noir por sangrado.

Color rosa pálido, aromas de frutas del bosque, pétalos y cítricos.

Ligero, refrescante y equilibrado.



Alta Pavina Verdejo


Un Blanco seco de gran expresividad aromática. Notas de fruta tropical, heno, cítricos y un toque mineral. Ideal para consumo joven, con buena acidez y persistencia.


La riqueza de los vinos de Alta Pavina los convierte en compañeros perfectos para la mesa. Aquí algunas propuestas de maridaje:


Citius: Carnes rojas, cordero asado, cochinillo, platos de trufa y quesos curados como manchego.


Red Blend: Pastas con ragú, estofados, costillas de cordero o hamburguesas gourmet.


Pavina Rosé: Sushi, carpaccios, ensaladas de verano, tapas frías, ceviche.


Verdejo: Mariscos, pescados blancos, gazpachos, ensaladas de frutas, platos con lima y cilantro.


Los vinos de Alta Pavina han recibido puntuaciones sobresalientes por parte de críticos y guías internacionales como, Robert Parker que ha valorado positivamente la pureza y estructura del Pinot Noir de Alta Pavina, o James Suckling que ha calificado con más de 90 puntos varios de sus vinos.

Premios en concursos como Decanter World Wine Awards y Mundus Vini.



Estas distinciones no solo confirman la calidad del trabajo realizado, sino que también posicionan a la bodega como una referencia de la viticultura de altura y la Pinot Noir en España.


La bodega ofrece experiencias enoturísticas personalizadas que permiten al visitante sumergirse en la esencia del proyecto. Algunas de las actividades más destacadas son: Visita guiada por el viñedo y la bodega.

Catas verticales y degustaciones premium.

Eventos privados en espacios exclusivos con vistas al viñedo. Experiencias sensoriales y maridajes con cocina local.

Estas actividades convierten a Alta Pavina no solo en una productora de vinos de calidad, sino en un destino enoturístico de referencia.


Actualmente, los vinos de Alta Pavina se exportan a más de 30 países en Europa, América, Asia y Oceanía. El Pinot Noir, en particular, ha sido recibido con entusiasmo por parte de sumilleres y compradores internacionales, que encuentran en estos vinos una expresión diferente, fresca y sofisticada de la variedad.


La combinación de altitud, tradición e innovación ha convertido a Alta Pavina en un símbolo de la nueva España vitivinícola, capaz de competir con las grandes regiones vinícolas del mundo.



Alta Pavina representa el equilibrio perfecto entre valentía e inteligencia vitícola. Su decisión de cultivar Pinot Noir en la meseta castellana fue, en su día, una apuesta arriesgada, pero el tiempo ha demostrado que fue también visionaria. Hoy, la bodega es sinónimo de calidad, elegancia y autenticidad.


Con un firme compromiso con la tierra, una mirada hacia el futuro y un respeto profundo por el vino como arte y cultura, Alta Pavina se consolida como una de las bodegas más interesantes de España. Una copa de cualquiera de sus vinos es una invitación a descubrir la magia de la altura, el alma del terroir y la pasión de una familia que ha sabido convertir su sueño en legado.


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