SWATCH X OMEGA
- Redactor
- 8 ago
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MISSION TO EARTHPHASE - MOONSHINE GOLD
Por un instante, dejemos de mirar la hora y aprendamos a mirar el tiempo y el espacio.
Hay relojes que miden segundos, y hay otros, muy pocos, que miden sueños. El nuevo Mission to Earthphase – Moonshine Gold, creación conjunta de Swatch y Omega, no es simplemente un guardatiempo, es una invitación poética a imaginar, una brújula emocional para navegantes del cosmos interior, un reloj nacido no solo de la ingeniería, sino de la emoción.
En el corazón de esta pieza late una innovación que conmueve, el indicador de fases terrestres, que muestra cómo se ve la Tierra desde la Luna, no solo replica el ciclo opuesto del satélite, sino que introduce una nueva manera de leer el tiempo, no en horas ni en días, sino en latidos del planeta azul. En su delicado giro inverso, la Tierra baila con la Luna en un vals retrógrado que los grandes relojeros suizos habrían aplaudido por su audacia lírica.
Debajo de ese pequeño planeta suspendido, el universo de Charles Schulz hace su entrada triunfal: Snoopy y Woodstock observan desde la Luna el milagro de la Tierra, en una escena oculta a simple vista y revelada solo bajo luz ultravioleta. Un secreto compartido entre el portador y el cosmos, como un susurro al oído de los que aún creen en los imposibles.
La complicación de las fases lunares no es nueva, pero aquí, Omega le da un giro estelar al vestirla con su ya legendario Moonshine™ Gold: un oro pálido, cálido y moderno, que no busca ostentar, sino iluminar. Dos lunas llenas brillan en la subesfera de las 2h: una, juguetona y con guiños al universo Snoopy; la otra, simbólica, envuelta en una red que rememora el esturión que da nombre a esta luna llena de agosto. Es un tributo a los orígenes, a la pesca de esperanzas, a los calendarios que guiaban a los antiguos marinos y agricultores.
Este revestimiento de oro no es solo lujo, es memoria, es tributo, es conexión con el mítico Speedmaster Moonwatch, el primer reloj en pisar el polvo lunar.
El cuerpo del reloj es una caja de 42 mm, hecho de Bioceramic, un material propio de Swatch que combina cerámica con componentes de origen biológico. Azul marino profundo, como las noches sin nubes. La correa de caucho con cierre VELCRO® y los detalles en tinta UV convierten este reloj en una pieza casi espacial, casi secreta. Como si llevarlo en la muñeca fuera también llevar una misión.
En la trasera, frases inspiradoras. En el cristal, una “S” grabada. En la mirada de quien lo observa, una sonrisa inevitable.
El Mission to Earthphase – Moonshine Gold no es un reloj fácil de encontrar, solo estará disponible el 9 de agosto, el día de la luna llena del esturión, en tiendas seleccionadas del mundo, entre las que se encuentra la de Madrid en la calle Serrano, 46, por un precio de 385€, solo una unidad por persona, no se reserva, no se repite, es un acto de presencia efímero, como las auroras boreales o los cometas. Porque quien quiere alcanzar la luna, debe madrugar con intención y algo de locura.
Este lanzamiento es un canto a la imaginación, a la infancia redescubierta, al ingenio suizo que no teme mezclarse con el humor gráfico ni con la poesía visual. Omega y Swatch firman aquí un manifiesto, de que se puede hacer alta relojería accesible, emocional, disruptiva y profundamente bella. No es solo una pieza de colección, es una declaración.
Y en estos tiempos donde todo parece inmediato, este reloj nos recuerda que hay un tempo distinto, uno que gira con la Tierra, con la Luna, con nuestros anhelos más antiguos. Uno que no se mide en segundos, sino en momentos que merecen recordarse.
📍 “Mission to Earthphase – Moonshine Gold” no te dará más tiempo, pero te recordará, cada vez que lo mires, que aún estás a tiempo de soñar.
