top of page

SLIM D’HERMÈS NÉO BRANDEBOURGS

  • Redactor
  • 9 nov
  • 2 Min. de lectura

El tiempo como un lienzo de seda y platino


LA POESÍA DE UN RELOJ QUE PIENSA EN COLOR
LA POESÍA DE UN RELOJ QUE PIENSA EN COLOR

En un mundo donde la relojería parece empeñada en deslumbrar con músculo técnico, Hermès responde con un susurro.

El nuevo Slim d’Hermès Néo Brandebourgs no busca la fuerza, sino la delicadeza artística, no pretende marcar las horas, sino suspenderlas en una obra de arte.

Su esfera —auténtico lienzo en miniatura— traduce el espíritu de la Maison, el arte como complicidad, el tiempo como experiencia estética. Inspirado en un diseño de Caty Latham de 1972 para un pañuelo de seda, este reloj reinterpreta el motivo Néo Brandebourgs, basado en uniformes del siglo XIX de la colección Émile Hermès.


Hoy, el artista japonés Daiske Nomura reinventa esa iconografía en clave futurista, la chaquetilla militar se transforma en “la armadura del jinete del futuro”.

CUANDO LOS OFICIOS DIALOGAN
CUANDO LOS OFICIOS DIALOGAN

Cada ejemplar es una sinfonía de manos.

El grabador traza los contornos con su buril, el pintor ilumina con pigmentos microscópicos, el relojero orquesta la precisión con tornillos invisibles. Tres mundos convergen sobre una esfera que vibra como un cuadro. La pintura miniaturista y el grabado sobre metal dialogan en perfecta armonía. Cada línea, cada sombra, cada reflejo está pensado para capturar la luz como lo haría la seda.

El resultado es una pieza donde la tradición dialoga con la tecnología y la emoción con la exactitud.


EL TOURBILLON COMO BALLET MECÁNICO
EL TOURBILLON COMO BALLET MECÁNICO

Por primera vez en la colección Slim, Hermès introduce un tourbillon, ubicado a las siete, este corazón giratorio late dentro de una jaula decorada con el motivo Lift, tomado del mítico ascensor del número 24 de Faubourg Saint-Honoré.


Dos letras H entrelazadas —símbolo del amor entre Julie Hollande y Émile Hermès— transforman el mecanismo en una metáfora romántica: el tiempo, suspendido en un vals de precisión y sentimiento.

ELEGANCIA SILENCIOSA
ELEGANCIA SILENCIOSA

Su caja de platino de 39,5 mm encierra el calibre Hermès H1950T, un movimiento ultraplano automático con 48 horas de reserva de marcha, 21.600 alt/h (3 Hz), estanqueidad de 3 bar. A través del fondo de zafiro, puede verse cómo los engranajes respiran, como si el calibre tuviera vida.

La correa de aligátor azul abisal o grafito, cosida en los talleres de Hermès, completa el equilibrio perfecto entre sobriedad y sofisticación.


“No es un reloj para medir minutos, sino para acompañar momentos.”

Solo 24 ejemplares numerados compondrán esta edición, convertida ya en objeto de deseo para coleccionistas y soñadores.

El Slim d’Hermès Néo Brandebourgs es más que una máquina del tiempo, es un manifiesto sobre la belleza, la calma y la artesanía.


ree

EL TIEMPO, SEGÚN HERMÈS


Hermès no mide segundos, los reinventa.

Crea relojes que respiran, objetos que acompañan, piezas que transforman el tiempo en emoción tangible. En este Slim d’Hermès, cada línea es un suspiro, cada rotación del tourbillon, un gesto poético.


ree

El futuro —parece decirnos— también tiene textura de seda y aroma de atelier.

bottom of page