Oryon Universal
- Redactor
- 15 sept
- 4 Min. de lectura
Donde la rentabilidad financiera se encuentra con la rentabilidad emocional

En el dinámico mundo de la inversión, donde las métricas frías y los balances financieros suelen marcar el compás, Oryon Universal se erige como una rara avis, una compañía que ha sabido combinar la precisión estratégica de un fondo de inversión con la calidez humana de una fundación. Bajo la visión de su Presidente, Víctor Giné, Oryon se ha convertido en un puente entre dos universos aparentemente opuestos: la rentabilidad y el propósito.

La historia de Oryon Universal está profundamente ligada a la trayectoria personal de Víctor Giné, un emprendedor nato que, tras el éxito y posterior fracaso de su primera gran aventura empresarial, una startup llamada, "MusicaClick", decidió transformar su aprendizaje en un propósito vital, ayudar a otros emprendedores a no sentirse solos y a encontrar recursos para crecer.

Giné entiende el emprendimiento como un viaje solitario y lleno de incertidumbres. “El mayor desafío no es solo la resiliencia, sino la gestión de la soledad del empresario. No puedes compartirlo todo con tus socios, empleados o incluso tu familia”, afirma. De ahí surge su deseo de crear Oryon Universal, un ecosistema que financia, acompaña y forma a los emprendedores en todas las etapas de su aventura empresarial.

A diferencia de otros fondos de inversión tradicionales, Oryon Universal no se limita a inyectar capital, Giné y su equipo se definen como inversores proactivos, más cercanos a la figura del Business Angel.
“Valemos más por el tiempo y conocimiento que aportamos que por el dinero que invertimos”, explica Giné.
El fondo está compuesto por empresarios, family offices y grandes inversores que buscan destinar una pequeña parte de su capital a proyectos innovadores. Su filosofía se basa en la diversificación inicial, invierten en múltiples startups, para luego concentrar más recursos en aquellas que demuestran ser “best sellers”.

Además del capital, Oryon ofrece un mentoring estructurado, cada proyecto cuenta con un mentor que coordina áreas clave como:
Financiación y rondas de inversión, asegurando una estrategia sostenible.
Go to market e internacionalización, ayudando a las startups a expandirse.
Gestión financiera y legal, con equipos internos y externos de confianza.
Actualmente, Oryon tiene 25 startups en cartera, con foco en sectores estratégicos como educación, salud, movilidad, energías renovables y proyectos relacionados con la tercera edad. Su meta es alcanzar una rentabilidad anual del 35%, muy por encima de la media del mercado, y hacerlo generando un impacto real.

Si el fondo representa la vertiente financiera, la Fundación Oryon Universal simboliza el alma de la compañía. Nació de la propia experiencia de Giné, que conoce de primera mano el golpe emocional y financiero que supone cerrar una empresa.

La fundación acompaña a los emprendedores cuando las cosas no salen bien, ofreciendo tres etapas clave de apoyo:
Acompañamiento emocional para el emprendedor y su entorno cercano.
Gestión de la deuda a través de herramientas como la Ley de Segunda Oportunidad.
Reorientación profesional, ya sea para volver a emprender o integrarse en equipos donde puedan aportar su talento.
Giné lo define como un ecosistema de rescate del talento. La fundación no solo ayuda a emprendedores en dificultades, también conecta con profesionales mayores de 55 años que, lejos de retirarse, buscan aportar su experiencia y propósito a nuevas startups.
Este modelo ha creado una “rueda perfecta” donde el talento se recicla, se recoloca y en muchos casos se convierte en inversor.
“La fundación es nuestra rentabilidad emocional. Rescatamos talento y le damos una nueva vida, esto no solo tiene un impacto social, también fortalece a nuestras empresas participadas”, señala Giné.

El objetivo de Oryon Universal no se limita a España, con oficinas en Barcelona, Valencia y Madrid, la compañía ya prepara su expansión a Latinoamérica, con especial interés en México. Madrid se ha consolidado como un hub estratégico para conectar proyectos latinoamericanos con Europa, y viceversa.
El objetivo final es claro, construir puentes entre Europa, Latinoamérica y Estados Unidos, posicionando a Madrid como epicentro de esa conexión. Además, Oryon trabaja con partners en Dubái, otro mercado en plena expansión en el mundo del venture capital.

Esta dualidad permite que Oryon Universal sea mucho más que un fondo de inversión, es una plataforma integral para el emprendimiento, capaz de impulsar empresas exitosas y, al mismo tiempo, tender la mano a quienes han fracasado.
Mirando al futuro
De cara a los próximos cinco años, Giné tiene objetivos ambiciosos como gestionar más de 100 millones de euros en inversión; consolidar su expansión internacional, especialmente en Latinoamérica; seguir fortaleciendo la fundación como un referente en la gestión del talento emprendedor.
Su visión es clara, convertir a Oryon Universal en el referente que cambie la narrativa del emprendimiento en España y Latinoamérica.