Kari Voutilainen: Ti 28.
Este maestro relojero finlandés, desde sus inicios como marca, en el año 2002, tuvo un objetivo claro: consolidar un equipo de trabajo cercano y de confianza, donde crear piezas únicas, a gusto de los clientes más exclusivos.
Su filosofía comienza con un nivel de exigencia excepcional y una sensibilidad especial. Cuida hasta el mínimo detalle, en cada pieza, j que todas son acabadas a mano.
La visión de sus piezas, nunca nos dejó indiferentes, siempre opinábamos lo mismo acerca de la elegancia de las esferas, su atemporalidad, se puede decir que están exentas de falsas modas pasajeras, y como colofón, en el reverso de cada reloj, el deleite era único al contemplar el acabado de sus calibres, la constante preocupación por distribuir las ruedas de trasmisión, el volante, sus puentes, platinas, … tanto para conseguir, mayor eficacia, como por disfrutar de una gran visibilidad de cada uno de los detalles.
Nos hipnotizaba en ese movimiento armónico y acompasado propio de una obra de arte relojero, a la altura de muy pocos.
Como buen maestro, ha tratado de mejorar la eficacia y longevidad de su calibre, combinando lo mejor de los mayores avances de la alta relojería. Por un lado, reducir
a 18.000 alternancias, su latido acompasado. Podrían pensar los entendidos que afectaría a la precisión del reloj, pero Voutilainen ha optimizado con un escape que para equilibrarlo y darle más estabilidad, lo realiza con dos ruedas paralelas.
El otro gran secreto consiste en un volante más grande con una espiral Phillips, de acabado poco convencional, gracias a una curva Grossmann, poco conocida, pero más estable y eficaz a bajas oscilaciones.
El 28 Ti, premiado, en el 2019, como mejor reloj de caballero, en los premios de la Fondation du Grand Prix d'Horlogerie de Genève, a supuesto un gran cambio, en su estilo, que no en su línea de habitual elegancia, además como respuesta a nuestras suplicas, el maestro ha traído ese gran volante, esa espiral y el escape de doble rueda, a la parte frontal, ubicado en la esfera a las 10, para disfrute de todos. Las dos ruedas de escape, bajo el volante y en continuo movimiento contrastan perfectamente, gracias al color azul galvanizado, que combina perfectamente con los anillos de los extremos de sus agujas y los indicadores de la parte exterior de la esfera. De esta manera, podemos atraer nuestra mirada y relajarnos mientras observamos su movimiento armónico, más lento que la mayoría de los calibres del sector que necesitan trabajar a 28.800 alternancias, para conseguir la energía necesaria, que les garantice la correspondiente precisión en sus relojes.
En la parte posterior del reloj, se encuentra un pequeño segundero a las 12, además de una indicación de reserva de marcha a las 6 en forma de media luna, que atrapa una placa, en la parte inferior, donde nos muestra su exclusividad mencionando el modelo y el número tan reducido de serie limitada, 0/8.
El calibre, se monta en una caja de 39 mm, en titanio, ya característica de sus anteriores versiones, redondeada y equilibrada en conjunto, con asas en forma de gota de agua, que coronan este original reloj, sujeto a la muñeca con una correa de alligator.
Este magnífico instrumento de medir el tiempo esta destinado a un selecto grupo de ocho coleccionistas que serán los afortunados en hacerse con alguna de estas singulares piezas, que podemos definir como obras maestras. Algo habitual en Kari Voutilainen.
¿Alguien da más?
El precio de tan exclusivo reloj es de 86.000 CHF
¡Enhorabuena a los afortunados!
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