Iñigo Urechu
- Redactor
- 7 jun
- 2 Min. de lectura
El Arte de la Cocina con Corazón y Estrategia.

En la gastronomía, como en la vida, hay caminos que no solo alimentan el cuerpo, sino que nutren el alma. Así es el recorrido de Iñigo Urechú, un chef que lleva en su esencia la pasión por los sabores auténticos y la visión estratégica de alguien que ha transformado la cocina en un medio para contar historias y crear experiencias memorables.
Nacido en un pequeño pueblo del norte de España, Iñigo creció rodeado de paisajes verdes, aromas a pan recién horneado y tradiciones culinarias transmitidas de generación en generación. Desde niño, descubrió que los ingredientes no solo tenían sabor, sino también alma, y que detrás de cada plato había una historia esperando ser contada.

Una trayectoria que huele a éxito
Tras formarse en las mejores escuelas culinarias y perfeccionar su técnica en cocinas de renombre, Iñigo decidió que su verdadera vocación no era solo ser chef, sino un creador de experiencias. Su estilo, marcado por la fusión entre la tradición y la innovación, ha cautivado tanto a críticos gastronómicos como a comensales que buscan algo más que una simple comida.
Especializado en platos que reinventan la cocina vasca, sus creaciones son un homenaje a sus raíces, pero también un guiño al futuro. Su famosa “Txuleta en texturas”, combina técnicas ancestrales con presentaciones modernas, convirtiendo un clásico en una obra de arte comestible.

El chef estratega y su vínculo con la Asociación de Marketing, le ha hecho convertirse en un mago en los fogones y en un visionario en el mundo del marketing gastronómico. Su relación ha sido clave, durante años para ayudar a la asociación en presentar sus premios y a Iñigo para entender y redefinir la manera en que la gastronomía se conecta con el público. A través de colaboraciones y estrategias innovadoras, ha demostrado que una marca culinaria no solo se construye en la cocina, sino también en la forma en que se comunica.

Con campañas que enfatizan la autenticidad y el storytelling, Iñigo ha enseñado a otros chefs y restaurantes la importancia de contar historias que resuenen con el cliente. No es solo vender un plato; es ofrecer un pedazo de tu historia, un fragmento de tu pasión.
El alma detrás del delantal, pero más allá de los premios, los aplausos y las estrategias de marketing, lo que realmente define a Iñigo Urechú es su amor por la cocina y por su equipo que le han llevado a crecer y acercar su generosidad culinaria a grandes y a chicos. Cada plato que sale de sus manos es un puente entre culturas, generaciones y emociones.

En palabras del propio chef: “Cocinar no es solo alimentar; es regalar un momento, un recuerdo, una sonrisa.”
Así, Iñigo Urechú no solo se ha ganado un lugar en las cocinas del mundo, sino también en los corazones de quienes han tenido la fortuna de probar su arte y conocerle en persona. Y si algo queda claro, es que su historia apenas comienza, porque cuando la pasión y la estrategia se combinan, las posibilidades son infinitas.
Los pequeños detalles hacen que una comida en sus restaurantes se convierta en una experiencia única, cercana y humana.