Aniversario del Tourbillon Breguet
Silvia Paredes
Fotografía
Iván Barreto
Madrid Dance Center
LOURDES TREVIÑO
FREEHAND
ARQUITECTURA
LOURDES TREVIÑO: FREEHAND ARQUITECTURA
SILVIA PAREDES: FOTOGRAFÍA
IVÁN BARRETO: MADRID DANCE CENTER
ARQUITECTURA, DANZA Y DECORACIÓN, ARTE EN ESTADO PURO
La combinación de colores, las líneas rectas y curvas, las formas, la incidencia de la luz, todo forma parte del método de expresión.
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La arquitectura y la decoración son arte en estado puro, a la vez que un estilo de vida. La combinación de colores, las líneas rectas y curvas, las formas, la incidencia de la luz, todo forma parte del método de expresión. Lourdes Treviño, propietaria del estudio Freehand Arquirectura lo sabe muy bien y de su inspiración nace Houses Can Dance.
Houses can dance
Para Lourdes las casas pueden bailar desde hace mucho tiempo. Este proyecto nace de dos de sus grandes pasiones la danza y la arquitectura. Cuando le preguntamos por su inspiración, nos remontó a su época académica en Estados Unidos, donde realizó un curso de intercambio en la escuela experimental denominada SCI-Arc, (Southern California Institute of Architecture), allí con un grupo de compañeros ensayaban diferentes maneras de representar los espacios de sus proyectos y a Lourdes se le ocurrió la idea de ajustarse linternas en las manos y en los pies y comenzar a danzar libremente por la sala, al ritmo de la música, mientras otro de sus compañeros la fotografiaba con un trípode y el obturador abierto, técnica que permitió captar una serie de imágenes sobre sus figuras, hechas de luz en movimiento. Esas imágenes le sirvieron para la creación de su proyecto de fin de carrera, que como no podía ser de otra manera, fue sobre una escuela de danza.
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¿Pueden bailar las casas?
Lourdes nos vuelve a remontar al pasado y a la formación académica de su hija en artes escénicas, en Inglaterra. Un día se acerco a su escuela una marca de ropa para ballet que quería promocionar sus productos y buscaban modelos para su siguiente temporada, por lo que les pidieron que quien quisiera participar les enviase sus fotos. Entonces a un grupo de compañeros se les ocurrió hacerse fotos de composición dentro de la escuela, en la ventana, en la escalera, en la biblioteca, en un supermercado…
Una de estas fotografías fue de las seleccionadas para dicha promoción y a Lourdes le pareció una idea tan brillante que asocio rápidamente a sus proyectos de arquitectura, su pasión por la danza y comenzó a diseñar como poder llevar a cabo una fusión tan mágica, entre las dos disciplinas.
Estábamos en pandemia y necesitaba un proyecto ilusionante, que rompiera con ese letargo de desánimo, así que comenzó a hablar con algunos de sus clientes, con su fotógrafa, con el dueño de su academia de danza, con sus empleados y a todos les pareció una buena idea, a unos más que a otros, pero Lourdes con su arrollador optimismo por unir danza y arquitectura, consiguió convencer a todos para que colaborasen. Así nace "Houses can dances".
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¿Cuándo surge la idea?
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¿Quién ha participado?
Comenzó a hablar con sus clientes tanto privados, como públicos, para que les permitieran utilizar espacios para poder hacer fotografías. Iztac restaurante mejicano en Madrid, en la Plaza de la República del Ecuador, 4. Un restaurante con color y detalles como el techo de la barra lleno con 4.200 botellas de cerveza colgadas hacia abajo que ofrecen una iluminación poco convencional, o una terraza con un sistema de climatización por el suelo, aunque en la barra aparezca una chimenea que no quema al pasar la mano por encima. Todos ellos fueron escenarios iniciales del proyecto que acababa de nacer. Otro de los lugares que podemos nombrar, es la tienda de la marca tecnológica Bang & Olufsen, en la calle Serrano, 94. Una elegancia minimalista de colores cálidos combinados con madera y una escalera de hierro central que permite acceder a las diferentes alturas y que funciona como separación de ambientes para que su decoración se centre en los sistemas tecnológicos de la marca.
Ya tenían los espacios y ahora era muy importante conseguir a los artistas, por lo que nuestra osada protagonista, se dirigió a la escuela que le permite practicar todas las semanas su pasión, su desconexión, su manera de mantener cuerpo y espíritu en perfecta armonía: Madrid Dance Center, este lugar, dirigido por el bailarín y coreógrafo Iván Barreto, es un escenario más dónde realizar los sueños de Lourdes. Una escuela que permite formar a las futuras grandes estrellas de la danza, así como, mantenerse a las que lo fueron, o como taller de preparación, temporal para las que lo necesiten, por exigencias del guion. Así que Madrid Dance Center, además de dar luz propia al proyecto de Treviño, es punto de encuentro para actrices y modelos que acuden allí en busca de un rayo de inspiración divina que ilumine sus trayectorias profesionales.
Un lugar de belleza, destreza y disciplina, desde donde partieron los artistas de esta singular obra de arte dinámica.
Lourdes en su incansable afán y férrea determinación, sigue su aventura intentando convencer esta vez, al propietario y anfitrión de las sesiones artísticas de fotografía "danzante", y más tarde, probará suerte con cada uno de los integrantes de las imágenes que ella supo inmortalizar, y que se guardarán en el recuerdo para siempre, de los que hemos tenido la suerte de contemplarlas y saber de su origen colmado de esfuerzo y lucha, así como de los que las descubrirán entre estas líneas que las sujetan con fuerza para ensalzar tan magnífica y original ejecución.
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¿Por qué hacerlo estático, sólo con imágenes fijas?
Una nueva premisa, aterriza en la idea de danzar, a la par que mostrar figuras en movimiento, disfrutar con la experiencia, hacer que los espacios cobren vida y dinamismo. Es aquí cuando el equipo de Lourdes se ponen manos a la obra y comienzan a desarrollar una coreografía que permita bailar en la calle o en el interior de los espacios elegidos.
Ya solo quedaba tener la oportunidad de convencer a Silvia Paredes, fotógrafa, especializada en arquitectura y representante estrella de todos los proyectos de Freehand Arquitectura. La idea de Lourdes fascino a Silvia, aunque era un reto también para ella: unir las formas humanas y los espacios, la luz y los colores. Todo un desafío de descubrimientos y sensaciones que transportó a todo el grupo participante, hacia una nueva etapa en el crecimiento profesional y humano de cada uno de ellos. Un vinculo de unión que perdurara en el tiempo por el resultado. Gracias a esta aventura, a la sensibilidad de Silvia, que ha supuesto una incorporación de lujo al proyecto, al trabajo de Iván y sus alumnos, capaces de convertir los pequeños espacios en un escenario de movimientos imposibles, llenos de riqueza visual y de belleza sin comparación.
Todo cobra sentido cuando se conjuran estos elementos, todo tiene armonía y buen hacer… cada movimiento es un acercamiento al nuevo concepto de arte visual y armónico. La magia de esta danza de hogares inauditos, inunda las retinas de aquellos que se atreven a viajar con estos lunáticos bailarines, y entre giro y giro, logran atraparte, para llevar a tu alma escondida a terrenos en los que nunca se aventuró nadie a poner el pie. Esta fiesta de sensaciones, de lugares extraños y cercanos, amables al cabo, susurran al oído de los navegantes un sinfín de melodías, que como aquellas sirenas que embrujaron antaño a los marineros en sus dilatadas travesías, nos han sabido encontrar y no van a permitir que escapemos indiferentes.
Para Lourdes este viaje, es un sueño cumplido y como dice ella: “nunca imaginé que pudiera llegar a ser tan bonito”.
Felicidades Lourdes por una idea tan original en la que has conseguido embriagarnos con tu sensibilidad y tu buen hacer. Has formado un elenco de artistas, único y diverso. Gracias por tu generosidad, por tu vida de colaboración, de entrega, de donaciones a ONGs y asociaciones, por regalar oportunidades a quienes menos tienen, con una sonrisa. Gracias por ser como eres y sobre todo, gracias por tu arte.